Mandalas

07 diciembre 2009
Crear, visualizar y equilibrar con Mandalas
Según la psicología, los mandalas representan al ser humano. Interactuar con ellos es un poderoso instrumento para sanar las fragmentaciones psíquicas y espirituales, ayuda a manifestar la creatividad y a reconectarnos con nuestro ser esencial. Crear mandalas e interactuar con ellos, ya sea a través de la meditación o con la simple observación, abre puertas hasta el momento desconocidas, dejando que brote de forma libre y natural la sabiduría interior.
Psicológicamente la forma en que se dibuja y/o pinta un mandala tiene un simbolismo especifico. Así, cuando se comienza desde el centro hacia fuera se hace presente una exteriorización de las emociones mientras que, de afuera hacia dentro, es la búsqueda del propio centro y la asimilación del conocimiento, la que se hace presente.
La creación de mandalas es una meditación activa que nos conecta con nuestra propia esencia, permitiéndonos expandir la conciencia y mejorar la comunicación con el mundo.
Su minucioso trabajo desarrolla la paciencia y la constancia de una manera progresiva y segura, despertando los sentidos, mostrándonos aspectos propios hasta el momento desconocidos… a medida que se avanza en la creación o meditación sobre un mandala, se comienza a escuchar la voz de nuestra intuición, desarrollamos de esta forma, la capacidad de curarnos física y psíquicamente, desarrollamos la auto aceptación y la auto observación de una manera natural e intuitiva.
Quien realiza o medita sobre un mandala, emprende un viaje en el cual descubre que cada parte del mandala forma parte de un todo, que cada parte del universo forma parte de uno mismo, descubriendo de esta forma una integración, un equilibrio unificado.
La inspiración para crear un mandala
Se habla de inspiración como una cualidad que surge, en ocasiones, de forma espontánea, pero que también puede ser preparada previamente. Así, el artista, para inspirarse, busca estímulos lo suficientemente variados e importantes como para impactar a sus sentidos.
En la creación de un mandala, la inspiración mas certera es la que brota de nuestro propio interior. Unos minutos de contemplación, meditación, calma, un ambiente tranquilo y cómodo son mas que suficientes… con la practica y el entendimiento de que todos, absolutamente todo poseemos talento, se asume la no necesidad de altares sofisticados y herramientas mágicas para comprender que las diferentes realidades de todos los días, son también una expresión divina, hallando en cada una de ellas, la esencia misma de cada uno de nosotros.
Descubriendo un grado de integración con el “todo”, impulsados en dirección a esa totalidad… descubrimos el aspecto divino o elevado de todo lo que nos rodea… el artista deja incubar en su subconsciente estos elementos dejando surgir la posibilidad de plasmar la belleza en un trabajo artístico o plástico.
Todo lo que hacemos en nuestra vida a nivel físico y concreto, tiene sus repercusiones en planos mas sutiles y elevados, y viceversa. Así la creación de un mandala es un simple dibujo para el ojo racional, mientras que para lo sutil, para la intuición, es un mapa que traza el camino a seguir hacia el auto conocimiento profundo, entendiendo incluso, aspectos imposibles de poner en palabras.
La creación de un mandala, es un ida y vuelta entre lo sutil y lo concreto. La inspiración que nos impulsa a su creación, impulsará nuestras actividades y estará viva en todo lo que se construya.
La meta se alcanza con cada mandala terminado, que paradójicamente, simboliza el comienzo de un camino. Se alcanza entonces un grado elevado de conciencia, en donde todos los seres y todo lo que nos rodea, brillan con la magia de lo único, hallando en el universo la esencia de nuestra alma.
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El significado del las formas de los mandalas

El círculo significa lejanía, extensión, pero también seguridad, lo absoluto, el verdadero yo.
El cuadrado representa la estabilidad y el equilibrio.
El triángulo se relaciona con el agua, la vitalidad y la transformación.
La cruz es símbolo de decisiones. Se puede identificar con los puntos cardinales, pero también como las diferentes direcciones.
La espiral significa vitalidad y se relaciona con las energías curativas.
El corazón es la unión, el sol, el amor y la felicidad.
La estrella simboliza la espiritualidad y la libertad.
Con el laberinto se busca el centro de uno mismo.
La mariposa, simboliza la auto renovación del alma. Transformación y muerte.
El pentágono representa la silueta del cuerpo humano y los símbolos de la tierra, el agua y el fuego.
El hexágono, la unión de los contrarios.
Significado de los colores de los mandalas

Blanco: el color perfecto. Es iluminación, pureza, nada.
Negro: se relaciona con la muerte, el misterio o la ignorancia.
Gris: color de la neutralidad, la sabiduría y la renovación.
Verde: significa naturaleza, crecimiento y esperanza.
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Azul: implica tranquilidad, alegría, satisfacción y paz.
Rojo: amor, pasión y sensualidad.
Amarillo: color del sol, de la luz y de la simpatía.
Naranja: energía, dinamismo, ambición, ternura, valor.
Rosa: aspectos femeninos e infantiles, dulzura, altruismo.
Morado: amor al prójimo, idealismo y sabiduría.
Verde: naturaleza, equilibrio, crecimiento, esperanza.
Violeta: música, magia, espiritualidad, transformación, inspiración.
Oro: sabiduría, claridad, lucidez, vitalidad.

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